lunes, 14 de marzo de 2011
Renacer
Ante diversas circunstancias la gente hace uso de esa gastada frase, "nací de nuevo". Seguramente pensemos en cosas grandes, como un accidente o cualquier cosa que haya puesto la vida al borde del fin. Cuando vemos los infinitos ojos de la Muerte en persona y le suplicamos un instante más de vida.
Debe ser inexplicable la sensación de estar a punto de perderlo todo y volver para contarlo. Ahora... creo que experimentamos eso más seguido de lo que creemos.
Como mencioné anteriormente, cada persona es dueña y guardiana de su mundo interno. Cuando él peligra, su guardián también lo hace. ¿Qué es ese mundo sino todo nuestro caudal de experiencias, anhelos, deseos, sueños...?
Yo estuve a punto de perderlo todo en muchas ocasiones, una de ellas recientemente, por mi culpa, por no querer darme cuenta de que estaba en peligro, de las amenazas, que eran a la vez mis propios defectos. Uno nunca quiere reconocer los defectos, pero lo cierto es que si uno no los controla... se vuelven contra todo lo que amamos. Y cuando miramos atrás nos damos cuenta de que ya no hay forma de recobrarlo.
Duele pelear contra uno mismo. Es la pelea más dura que la vida nos depara, porque es menos frecuente que reconozcamos en nosotros un peligro o amenaza. Pero es una lucha en la que no tiene porqué haber derrotados. Nos da la oportunidad de conocernos y crecer, ser mejores. Eliminar las trabas que sin querer nos ponemos. Al fin y al cabo, no hay mayor aliado o enemigo que uno mismo. Somos nuestros propios verdugos, o nuestros propios mesías. Todo depende de qué deseemos.
Cuando la pelea concluye (momentáneamente; la vida es un batallar constante), empezamos a ver todo con otros ojos. Cosas que antes pasaban desapercibidas, gestos, abrazos, miradas, besos, palabras... objetos y seres animados, cobran un valor supremo. Ya nada es lo mismo, porque nosotros no somos los mismos. También depende de nosotros decidir si eso es bueno o malo.
La luz, la libertad que sobreviene luego de tan ardua batalla es como respirar aire puro por primera vez después de un larguísimo encierro. Es como volver a nacer.
Publicadas por
Lady V
a la/s
1:11 a.m.
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