domingo, 29 de agosto de 2010

Memento...

"Sería mi mayor placer que este manojo de versos (...) lo aceptes como un ramo más de los tantos que te he obsequiado. Y que compartas todo esto con nuestros hijos (...). Para que ellos a su vez, puedan compartirlo con sus hijos y nietos".   - - - BATLLE BRINGA
Hoy me puse a ver un video del año 1996, cuando apenas contaba cuatro años. Era el recuerdo de un viaje que hice con mis padres y unos amigos a Buenos Aires, a visitar a mi abuela y su pareja, mi "abuelo del alma".


Estarán pensando: "¿y a qué viene esto?"


Bueno; es que en ese video, entre asado y guitarreada, veía a mi padre y mi abuela interpretando una canción cuya letra es obra de mi bisabuelo, el payador, Batlle Bringa García, o "el tata", como él prefería ser llamado. Ese poema, titulado "Interrogaciones", estaba, como casi toda su producción, dedicado a mi bisabuela Avelina, "la mama", su esposa y compañera de toda la vida (este 27 de junio hubieran cumplido, si no me equivoco, 65 años de casados, y apenas superaban los ochenta años). En él, a través de preguntas, habla acerca de la evolución inevitable de su amor, desde muchachos hasta la vejez, y más que nada, de su carácter perenne, y de la emoción que, como desde el principio, los embarga a los dos frente a cada uno de sus cantos a ella: a mi abuela por escucharlos, y a él, por tenerla, por verla a ella como "feliz destinataria", en palabras de Abel Soria en la introducción del libro.


Ahora bien, hay algo que me interesa más, y he aquí el propósito de esta reflexión.


Al final del poema, en la penúltima estrofa, el tata enuncia algo fundamental. Una promesa importantísima:

"Cuando me haya marchado y se callen
mis labios que te cantan y te besan,
llegará la caricia de mi canto
en el misterio más profundo envuelta."


Habla de un amor eterno, que sobrevive a la muerte. Y nos habla de una responsabilidad enorme, pero que produce placer; un privilegio.


¿Qué misterio es mayor que el de la vida? El amor no muere junto al ser amado; permanece en torno a los que le sobreviven. Y son ellos los que deben encargarse de seguir alimentando esa llama. Por eso me produjo un "no sé qué" el escuchar esa canción, a un año de su muerte: cada vez que uno de nosotros lee sus poemas, musicaliza uno de ellos, revive ese amor. Y así es que él sigue cantando aun cuando su voz se haya extinguido materialmente. El amor puede heredarse. El amor debe de seguirse transmitiendo de generación en generación. Hacia la abuela, por ejemplo, no como esposos, pero sí como hijos, nietos, bisnietos, sobrinos, amigos...


El propósito de una obra de estas características es ser simiente, más que de futuros artistas, de personas con la capacidad de amar, primero por sí mismos, y luego mediante los ojos de otros.


Por eso... Mil gracias, tata querido, por dejarnos, más que tus letras, un privilegio tan grande.
A la memoria de Batlle Bringa García, "el Tata"
y al amor que nos transmitió 
y sigue transmitiéndonos desde sus letras.

martes, 24 de agosto de 2010

Mut!

"El valor es como el amor, necesita una esperanza que lo alimente" (Napoleón Bonaparte).*
"Mut" es una palabra alemana que significa "arrojo", "osadía" o valor". Todos lo necesitamos alguna vez. Pero este sentimiento no surje de la nada; uno no dice "uh, tengo que ser valiente". Únicamente, nace con las circunstancias y es un síntoma de algo.
Muchas veces necesitamos valor para afrontar situaciones que para otros son una tontería, cosas que otros solucionarían de otra manera. ¿Y qué? ¿Por eso nada más nuestro problema se vuelve una tontería, o nosotros unos niños por tener que generar fuerzas extras para lidiar con un problema? Para nada: la situación se resignifica cuando uno nota que sólo con las reservas de uno no bastará para salir airosos del camino. Es decir, uno se vuelve otra persona, y la situación se torna más valiosa, por el simple hecho de que adquirir valor generalmente representa el abandono de la propia comodidad, un sacrificio que conlleva la incertidumbre del lugar al cual te llevará. Pero lo mejor es que a esas alturas ya no importa.

Hoy tengo que adquirir valor para hacer frente a una situación que siempre estuvo ante mis ojos, y yo, estúpidamente, no la percibí. Capaz que no la quise ver... lo cual lo vuelve peor.

No obstante, como ya lo dije antes, las situaciones se resignifican cuando uno debe tomar ciertas decisiones. Cómo lo verán los demás, no sé. ¿Me aplaudirán, o simplemente quedaré como la infantil de siempre?

No lo sé.

Y francamente, no me interesa.
Mi camino hoy tiene solamente dos posibilidades de desenlace. Y para cualquiera de ellas, necesitaré valor.
Pero, sinceramente, vale la pena intentarlo.

*http://es.wikiquote.org/wiki/Valor

domingo, 22 de agosto de 2010

La vida es un juego


La vida es un juego. Y como en todo juego, sólo hay dos posibilidades absolutas: ganar o perder.

Los únicos perdedores son los que no tratan, los que no buscan salir adelante, los que se conforman, los que sólo ven la cima de la montaña y no se dan cuenta de los escalones que hay que subir para alcanzarla. Los que se niegan a pelear, no contra los masters del Universo, sino contra sus propios fantasmas, que son nuestros mayores enemigos, y a la vez, nuestros latentes mayores aliados. Los que no reconocen el valor de cada paso, el peso de un grano de arena o una gota de agua en la "playa"...

Los únicos perdedores son los que se rehúsan a pelear.

¡Pobres de ellos!
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"Contra el viento" --- WARCRY




Recuerdos de cristal... de aquello que ocurrió...
qué lejos queda todo cuando se siente dolor.
Condenado a morir, nada que negociar:
la vida es un juego y todo tiene un final.

Tumbado en una cama, colgado de un hilo de voz...
perdido en ese mundo, que es para él su habitación,
ve pasar los minutos desde un cruel viejo reloj:
conoce las miradas, la esperanza murió.

Dicen que pronto partirá a ese lugar
donde no hay mal ni pasa el tiempo.
Quiere dormir y despertar,
quiere volar un día más... contra el viento.

Observa alrededor lo fácil que es vivir;
aquel que todo tiene no se cree ser feliz.
Su sangre espera ya la hora de su fin...
qué pronto renunciamos sin ni siquiera combatir.

Él no cree en milagros, sabe que querer es poder:
aquel que nada quiere, nada puede obtener.
Viviendo los segundos como una oportunidad
de jugar la partida, luchando hasta el final...
hasta el final...

Dicen que pronto partirá
a ese lugar donde no hay mal ni pasa el tiempo.
Quiere dormir y despertar,
quiere volar un día más... contra el viento...

sábado, 21 de agosto de 2010

Dolor


"El dolor es una experiencia sensorial (objetiva) y emocional (subjetiva), generalmente desagradable, que pueden experimentar todos aquellos seres vivos que disponen de un sistema nervioso". Esta es la definición que da la Wikipedia a uno de los sustantivos más familiares para todos los seres humanos. Y uno de los más complejos; basta con escuchar la palabra para sentir algo extraño en el pecho. Tiene una sonoridad bizarra, con la capacidad de transmitir la incomodidad y la desazón propia de la sensación per sé.

Más allá de las definiciones formales, todos hemos sentido dolor alguna vez. Hay tantos tipos de dolor como organismos en el mundo, pues así como todo lo humano, el dolor también es subjetivo (de otra manera, los placebos no serían eficaces en algunos y en otros, totalmente obsoletos)*. Una herida, una quemadura, o alguna patología pueden exponernos a todos al malestar. Pero, más que esos, existen unos que son menos perceptibles que estos, y a la vez, son los más perdurables y difíciles de sobrellevar, y son aquellos que nos afectan a nivel emocional, los que viven muy dentro nuestro y nos corroen, nos desgastan al punto de poder llevarnos al dolor físico. La muerte de un ser querido, el rompimiento de una relación, ya sea de amistad o romántica, la depresión (en cualquiera de sus expresiones) y un amplio etcétera (amplísimo como el repertorio de psiques en el Universo) son responsables de la sensación. Nadie desea vivir en dolor. Lo único que buscamos es la salida más pronta, sin importar lo que se nos pueda aparecer detrás de la puerta; después de todo, parece que nada puede ya empeorar nuestra situación.

Ahora bien... ¿se puede vivir sin dolor?

El dolor es una reacción natural del cuerpo ante una situación de peligro. Si, por ejemplo, al apoyar la mano en el fuego, sentimos el dolor de una quemadura, instintivamente retiraremos la mano. Ergo, el dolor es útil a veces, si no imprescindible. Recuerdo haber leído (por más que intenté no pude encontrar la historia, pero prometo seguir buscando) sobre una mujer que, por un accidente que dañó su cerebro, no podía sentir nada de dolor físico. Algunos dirán: "¡qué afortunada!". Sin embargo, ella comentaba que su vida era terrible, porque mucha veces se lastimaba -una vez fue necesaria hasta su internación por una quemadura, si no me equivoco- y no se daba cuenta. Visto desde esta perspectiva ya no parece tan esperanzador, ¿no?

Ahora, yendo al otro ámbito... Una amiga me dijo una vez que no quería relacionarse con la gente porque tenía miedo de ser lastimada. Sinceramente, no puedo entenderlo.

Es que el dolor no es ni más ni menos que una señal de que estamos vivos, de que tenemos la capacidad de sentir. No quiero decir que el dolor sea un estado añorable, pero sí algo a lo que no debemos temer. ¿Acaso vale la pena, como en el caso de mi amiga, dejar que la gente pase, perdiendo la oportunidad de establecer lazos que hagan de la vida algo rico, una experiencia deliciosa? ¿Es realmente preferible la muerte -con su consabida ausencia total e inequívoca de dolor- al amplio caudal de posibilidades que se liberan con cada amanecer? No creo que nadie en su sano juicio pudiera preferir eso. El dolor es hasta saludable... Cuando uno llora por algo o por alguien es una señal inexcusable de que ese ente es valioso para nosotros. Y si el dolor perdura, también es necesario, porque de otro modo no notaríamos que debemos salir de esa situación.

El dolor es simplemente el estado de transición entre dos estados de felicidad. Con la diferencia de que la mayoría de las veces no elegimos el primero, pero sí depende de nosotros que sea simplemente un momento, para ir por lo que realmente nos haga felices.


* Placebo:Sustancia que, careciendo por sí misma de acción terapéutica, produce algún efecto curativo en el enfermo, si este la recibe convencido de que esa sustancia posee realmente tal acción. (Diccionario de la Real Academia Española - Vigésima segunda edición [versión online]).

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