lunes, 31 de enero de 2011

Cambios




Todo en el Universo se sustenta a través de cambios. La Tierra no es un ente estático aunque no lo notemos. Las horas que pasan y los cambios de estación son sólo algunas pruebas de su movimiento. Por su interacción con otros cuerpos también móviles, vemos espectáculos maravillosos como la Luna llena, un vibrante atardecer rojizo, Venus mostrándose como una brillante esrella en la claridad celeste blanquecina del amanecer... La aurora boreal en los lugares más fríos y recónditos del planeta...

También los animales cambian. El ejemplo más viejo y gastado, pero a la vez más gráfico, es el de la mariposa, la cual pasa de ser un gusano a una hermosísima criatura que nos deslumbra.

¿Y qué hay de nosotros? Bueno, también cambiamos. Nos adaptamos a nuestro medio y todas esas cosas que nos enseñan los libros de biología. Pero hay cambios que en realidad no determinan nuestra supervivencia tanto como la adaptación, aunque sí nos diferencia de los animales que también lo hacen. Vivimos cambios a nivel de nuestra personalidad, de nuestro conocimiento, de nuestro círculo social... Y estos no siempre se dan porque nosotros los provoquemos. Otras veces nosotros nos resistimos a cualquier tipo de cambio porque no nos interesa, o porque nos da miedo, o por comodidad...

Ahora bien, ¿existe un punto medio? Si partimos del precepto tan popular de "todos los extremos son malos", no es saludable no cambiar nunca, tanto como no lo es estar en perpetuo cambio.

Pero, a la vez, son actitudes que se ven diariamente en la gente. Gente que se niega a intentar mejorar, a perseguir algo mejor. Y por el otro lado, gente que nunca termina de estabilizarse, a la que nunca terminamos de conocer. Y, ¿verdad que cualquiera de estas son insoportables?

Siempre hablamos del equilibrio, pero el equilibrio es algo muy subjetivo. Quizás lo que para mí representa no sea aplicable a otros y está perfecto, porque sería terrible vivir en un mundo donde todos fuéramos exactamente iguales. No es mi intención dar un sermón acerca de cómo encontrar el equilibrio, simplemente considero que es necesario que todos abramos los ojos y nos demos un tiempo para buscarlo.

No siempre podremos evitar que los amigos se alejen de nuestro lado, pero tratemos de que si lo hacen, no sea porque nosotros los empujamos.

No siempre es posible tener todo lo que se quiere, pero sí se puede valorar todo lo que sí se tiene.

No siempre se pueden lograr todos los sueños que uno tenía cuando era pequeño -yo, por ejemplo, quería ser astronauta-, pero sí es fundamental no perder la ambición (la ambición sana de superarse, claro está).

No siempre se pueden mantener sanas y salvas las relaciones en la familia, pero siempre se puede dar algo de uno mismo para que no empeoren y estén lo mejor posible. Al fin y al cabo, son y serán siempre nuestra familia, y aunque sea la que nos toque, está en nosotros elegirla cada día.

No siempre se va a dar con la pareja perfecta, pero eso es cosa de dos, y a veces el cambio empieza por uno.

No siempre la realidad será como la soñábamos, pero nadie dice que nos tenemos que conformar con ella.

Y finalmente... no siempre será fácil el camino a la felicidad. Pero el único obstáculo en él es uno mismo. Que nada te detenga, solo sigue corriendo.

martes, 25 de enero de 2011

Homenaje


Los hay de todos los tamaños, los colores y las formas. Los hay blancos y negros, nuevos o antiguos. Hay algunos que han estado allí todo el tiempo; otros se forman bajo las más adversas circunstancias. Parece que son más hermosos cuanto más se erosionan... Están los que brillan siempre, con ese fulgor cristalino que a uno lo maravilla, y están esos otros por los que uno no daría ni un centavo, y luego, a medida que se lo trabaja, el resultado es sorprendente. Parece que hablo de diamantes, pero no, hablo de algo mucho más valioso, y por lejos, en mayor peligro de desaparecer: los amigos sinceros. Los que te da la vida, o los que descubrís dentro de tu familia, todos, brillando con su esplendor único y distintivo. Todos te aportan algo. Todos te enseñan. Todos te maravillan, como los diamantes, sin importar su apariencia física. Porque en esencia, son parte de uno mismo.

También están los que no son amigos, sino compañeros, y te los has cruzado en algún momento por cosas de la casualidad, y, con todo, siempre has salido más refinado de entre ellos.

Por eso creé este post, para homenajear a todos los diamantes que siempre han estado conmigo, en diversas circunstancias. Lo creé para darles las gracias y para pedirles perdón por las veces que no los he sabido apreciar. Sólo me resta decirles que nunca, nunca dejen de resplandecer con ese brillo especial que es único de ustedes.

GRACIAS POR TODO...


(Bueno, todo perfecto no podía salir, jaja. Por motivos de copyright YouTube no admite la pista de audio, así que van a tener que dar click abajo mientras ven el video hasta que lo pueda solucionar... perdón).

(Se solucionó, pero no sé si será permanente, así que, por si acaso, dejo el link de GoEar!!)


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Poprocks and Coke (traducción)

A donde vayas
sabes que allí estaré
si te vas lejos
sabes que allí estaré
Iré a donde sea
Así que nos vemos entonces
Tu di el lugar
sabes que allí estaré
Tu di la hora
sabes que allí estaré
Iré a donde sea
Así que nos vemos entonces

No me importa si a ti no te interesa
Yo estaré allí, no muy lejos
Me atreveré
Tenlo presente:
estaré allí para ti.

Donde hay verdad
sabes que allí estaré
Entre las mentiras
sabes que allí estaré
Iré a donde sea
Así que nos vemos entonces.

No me importa si a ti no te interesa
Yo estaré allí, no muy lejos
Me atreveré
Tenlo presente:
estaré allí para ti.

Si debes caer
sabes que allí estaré
Para atender la llamada
sabes que allí estaré
Iré a donde sea
Así que te veo entonces

No me importa si a ti no te interesa
Yo estaré allí, no muy lejos
Me atreveré
Tenlo presente:
no me importa,
estaré allí para ti;
estaré allí para ti...

miércoles, 19 de enero de 2011

Felicidad

"No pretendas que las cosas ocurran como tu quieres. Desea, más bien, que se produzcan tal como se producen, y serás feliz." --- Epicteto (filósofo griego; Hierápolis, 55 – Nicópolis, 135)




      A veces... Uno simplemente desearía poner la vida en piloto automático y desaparecer. A veces, parece que todo, todo lo que uno planea se va por la borda irremediablemente. Parece que, como si fuera un espejo, la vida devuelve precisamente la imagen invertida de lo que nosotros proyectamos. Y frustra. Frustra dejarlo todo en la cancha y no obtener lo que deseamos a cambio... ¿Verdad?

      Uno no puede cambiarlo todo. Ya he mencionado, la única manera de tener el poder absoluto sería la vida en aislamiento, y ni siquiera así, ya que, de todos modos, siempre hay factores que perjudican, afectan. Lo único que verdaderamente está en nuestro poder cambiar es la percepción que tenemos de las cosas. Obviamente, nadie dice que sea tarea fácil -a nadie le gusta cambiar sólo para hacer más llevaderas las incongruencias de los demás-. pero, con un poco de práctica, uno ve que es la actitud más saludable.

      Si sentís que no podés, que luchás contra el viento, que nadie te entiende, ni te escucha, no te rindas: relajate y seguí intentando. En la vida no todas son malas... Y quién sabe si al dejarte vencer no pierdas la oportunidad de obtener tu recompensa... También, mirá a tu alrededor. Aún entre todos los dedos que te señalan, riéndose de tu "no-conformismo", seguro encontrás una, dos, tres manos abiertas dispuestas a apoyarte, a seguirte, a alentarte. Y si no, no desesperes. Después de todo, la satisfacción no viene de que los demás reconozcan los esfuerzos de uno, sino del hecho de irse a la cama sin la duda de qué habría pasado si uno se hubiera esforzado un poco más...

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